Este trabajo de fin de máster realiza una revisión sistemática sobre las consecuencias psicológicas del abuso en contextos religiosos cristianos. Se analiza cómo el abuso sexual, psicológico, físico y espiritual perpetrado por figuras de autoridad dentro de las instituciones genera traumas complejos y duraderos. Entre las principales secuelas se encuentran el TETP, depresión, ansiedad, disociación, culpa y crisis espirituales. Este fenómeno se agrava por el encubrimiento institucional y el uso del lenguaje religioso como herramienta de manipulación. Las víctimas suelen ser mujeres adultas con una fuerte conexión con la fe, lo que incrementa la vulnerabilidad. Los agresores, generalmente varones con poder dentro de la institución que utilizan su rol espiritual para ejercer control emocional y poder justificar el abuso. El estudio destaca la falta de literatura científica centrada en adultos y subraya la necesidad de enfoques clínicos sensibles al trauma religioso. Así mismo propone futuras líneas de investigación que incluyan perspectiva de género, validación de instrumentos clínicos y una evaluación de intervenciones terapéuticas eficaces. En definitiva, se concluye que este abuso en este tipo de entornos no solo afecta a la salud mental, sino que fractura la identidad espiritual y el sentido de pertenencia.
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