Grandes retos en la gestión de los residuos para la economía regenerativa: el papel de la tecnología y la inspección ambiental

Abstract

La demanda de productos que requiere el estilo de vida actual es claramente insostenible. Cada vez se necesitan más recursos naturales y vivimos en un planeta finito que en breve dejará de ser suficiente para aportar las materias primas necesarias. La economía regenerativa, y en concreto la economía circular como parte de ésta, es la respuesta que están desarrollando las principales economías mundiales. Se trata de conseguir que la basura que generamos deje de ser un residuo y pase a ser un recurso. En el presente trabajo se analiza el grado de desarrollo tecnológico y normativo a nivel de la Unión Europea (UE) y de España, con especial énfasis en la labor inspectora centrada en la Fin de Condición de Residuo (FCR) y los subproductos. Mediante la revisión de normativa se ha podido constatar las diferencias entre las legislaciones de FCR y subproductos de los diferentes Estados Miembros (EEMM), a la vez que se constata que, sin la armonización necesaria, la UE dista de ser un mercado único en el que las materias primas recuperadas puedan moverse con la suficiente seguridad jurídica que necesita el sector. La inspección se determina como un aspecto importante a tener en cuenta para validar el grado de cumplimiento de la normativa existente y un elemento crucial para garantizar la igualdad de condiciones de los diferentes actores del tratamiento y gestión de los residuos. Para conseguir que la actual economía de la UE se convierta en una economía regenerativa y podamos afrontar la crisis climática actual, la administración y el sector empresarial deben remar en la misma dirección. Existe normativa base suficiente para encaminar la consecución exigentes hitos marcados por la UE, en concreto y para el sector de los residuos, se deben centrar esfuerzos principalmente en la redacción de reglamentos europeos que marquen la FCR de los flujos de residuos que la UE identifica como prioritarios. De esta manera conseguiremos un mercado real de materias procedentes de residuos a escala de la UE, y proteger los recursos finitos que disponemos en el planeta Tierra.