El presente trabajo aborda la necesidad de cambiar los procesos de enseñanza-aprendizaje en las instituciones educativas de niveles de secundaria para adaptarse a las demandas de la sociedad actual, conocida como la "sociedad del conocimiento". Este cambio requiere no solo modificaciones metodológicas, sino también una nueva actitud por parte del profesorado quien debe gestionar tanto el aspecto académico como el socioemocional del alumnado. El enfoque principal del texto es el análisis del papel del docente en el siglo XXI, especialmente en su función como tutor. Se destaca que las competencias del profesorado deben centrarse en guiar al estudiante hacia la autorrealización, ayudándole a descubrir sus talentos, fomentar el sentido de pertenencia, gestionar el fracaso y compensar carencias emocionales que podrían no cubrirse en el ámbito familiar. El rol del docente es clave en la alfabetización emocional del alumnado, un aspecto que debería integrarse en las horas de tutoría, pero que aún se encuentra relegado en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). El trabajo final de máster (TFM) busca explorar el papel del docente-tutor como facilitador de un proyecto de análisis emocional, con el fin de promover el autoconcepto y la autorrealización de los estudiantes. A través de una revisión teórica, una propuesta de intervención educativa y de una serie de actividades dirigidas, el estudio plantea una intervención que puede implementarse en las tutorías, ofreciendo un espacio inclusivo para el desarrollo emocional de los estudiantes.
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