El eje microbiota-intestino-cerebro está siendo cada vez más investigado con el objetivo de poder entender cómo sus componentes pueden intervenir tanto en el mantenimiento de nuestra salud, como en la aparición de muchas enfermedades neurológicas. En el caso de la ansiedad, un problema de salud mental que afecta a casi el 10% de la población, este eje se encuentra alterado, al estarlo tanto la microbiota intestinal, como los sistemas homeostáticos, el inmunitario y el nervioso. En este trabajo se plantean las características de este eje en el marco de la ansiedad, las mediciones de la misma y los estudios que muestran los efectos de varias intervenciones nutricionales, incluyendo probióticos, prebióticos, productos fermentados, así como el transplante fecal, en esta enfermedad. Especial énfasis se ha puesto en la utilización de probióticos, concretamente de psicobióticos que pueden restablecer una adecuada microbiota en estos pacientes, con un control de las Bifidobacterias, entre otros mecanismos. Este tipo de intervenciones permiten también conseguir mejores sistemas homeostáticos, y, consecuentemente, representan una ayuda importante para prevenir y mejorar la sintomatología y el desarrollo de muchos problemas de salud mental, como el que supone la ansiedad.
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