En el presente trabajo se ha realizado una revisión teórica centrada en la educación emocional y los beneficios que de ella se desprenden tanto a nivel interpersonal como intrapersonal con el fin de implementar un programa de educación emocional a un caso concreto. El trabajo se centra en Belinda, una alumna de 9 años diagnosticada con el Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que mostraba una actitud preocupante en los contextos familiar y escolar. Para poder ajustar dicho programa a la realidad de la alumna se han analizado las necesidades que presentaba a partir de dos instrumentos fundamentalmente: el SENA y el sociograma. El primero de ellos ofrece información que se centra en problemas de tipo emocional y el segundo, muestra el rol que tiene y la relación que ha establecido con sus compañeros del aula de referencia. A partir de los resultados obtenidos, se muestra una falta de manejo de las emociones y de habilidades sociales que han servido como hoja de ruta para adaptar el programa de educación emocional a su realidad. En dicho trabajo se muestran las 5 sesiones que dan inicio a la implementación del programa de educación emocional a la espera de cumplimentar las 10 restantes que lo cumplimentan. Una vez terminadas las sesiones se volverá a recoger información con ambos instrumentos para analizar los resultados. Hasta el momento, se cuenta con resultados parciales a partir del diario de sesiones que se han llevado a cabo en el que, de forma provisional, se pone de manifiesto la efectividad del trabajo de las emociones.
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