El K-pop y la cultura Hallyu cómo impulsor del Soft Power de Corea del Sur

Abstract

Desde comienzos del siglo XXI, el panorama internacional ha sido testigo de una transición con respecto a la aplicación del poder en la geopolítica. Los Estados comenzaron a comprender que no sólo se podía expandir su influencia a escala internacional mediante el Hard Power o poder duro, sino que existía otra manera de poder afianzar e incrementar esa influencia a través de la atracción de los otros Estados hacia los elementos económicos, culturales e inclusive educativos que uno posee. De esta manera, muchos Estados comenzaron a aplicar políticas que fomentan estos aspectos, para poder conseguir los objetivos, diferenciándose con el Hard Power en el uso de la cooptación como método de influencia sobre los otros Estados. Uno de los Estados que mejor ha conseguido implementar este Soft Power y conseguir una influencia creciente a escala internacional, ha sido la República de Corea o Corea del Sur. A finales del siglo XX, el gobierno coreano comenzó una inversión en el ámbito cultural del país, denominado Hallyu u ola cultural coreana, que en los últimos años, ha conseguido una gran difusión a escala internacional, incrementando su influencia. Uno de los aspectos más característicos del Hallyu y que mayor popularidad y éxito ha adquirido, es el K-Pop, o música en lengua coreana. En los últimos años su crecimiento ha sido tal que ha permitido que la influencia de Corea del Sur haya llegado a países como Estados Unidos, Arabia Saudita, diferentes países europeos e inclusive la ONU, mostrando que el crecimiento de la influencia de Corea del Sur no ha hecho nada más que empezar.