El objetivo de este trabajo es exponer el estudio de un caso con ansiedad social ante diferentes situaciones sociales. El paciente evita con frecuencia las situaciones sociales, por lo que cada vez está más aislado y ha abandonado sus estudios. Además, antes de exponerse a algunos encuentros sociales emplea el cannabis como una forma de automedicación para reducir su sintomatología ansiosa. A pesar del miedo a tener que exponerse a la relación terapéutica y la creencia de que la ansiedad es parte de su timidez, el paciente decide acudir a consulta por recomendación de su entorno. La propuesta de tratamiento incluye técnicas de las terapias de tercera generación como complemento a la terapia cognitivo conductual. La exposición constituye la técnica central del tratamiento en la que se abordan situaciones de las diferentes dimensiones de la ansiedad social. Los resultados obtenidos muestran una buena evolución del caso: el nivel de ansiedad se ha reducido, así como las conductas de evitación, escape y seguridad. El paciente ha dejado de utilizar el cannabis para exponerse a encuentros sociales, su rendimiento académico ha mejorado significativamente, está estableciendo un vínculo con una persona que le atrae y progresivamente está ganando seguridad personal. Actualmente el tratamiento se encuentra en curso con buen pronóstico.
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