En los últimos años, la preparación de enfermeras en el ámbito del rescate en montaña ha adquirido un rol esencial para mejorar las tasas de supervivencia de las personas involucradas en accidentes en áreas de difícil acceso. Si bien la presencia de médicos y personal técnico en rescates es fundamental, las enfermeras han demostrado ser un pilar clave debido a su capacidad para aplicar cuidados médicos inmediatos y realizar intervenciones críticas en entornos extremos. Una de las principales razones de esta importancia radica en la capacidad de las enfermeras para administrar cuidados de emergencia en situaciones de alta tensión. En escenarios de rescate de montaña, donde la llegada de los equipos médicos puede verse retrasada por la lejanía o las condiciones meteorológicas, el personal de enfermería está entrenado para manejar traumas, hipotermia, hemorragias y otros trastornos médicos, lo que aumenta considerablemente las posibilidades de supervivencia de los pacientes. Su formación en primeros auxilios avanzados y en técnicas de estabilización resulta esencial para mantener la estabilidad del paciente hasta que pueda ser evacuado.
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