El estudio de caso analizó la aplicación de la terapia cognitivo-conductual (TCC) en tres ancianos con sintomatología depresiva, residentes en un centro geriatrico. Durante un período de 10 semanas se aplicaron las técnicas de reestructuración cognitiva, activación conductual, psicoeducación, entrenamiento en habilidades funcionales y mindfulness. Los resultados cuantitativos, obtenidos mediante la Escala Geriátrica de Depresión de Yesavage (GDS-15), evidenciaron una reducción progresiva de los síntomas depresivos en los tres participantes, pasaron de rangos de depresión establecida a niveles dentro de la normalidad. A nivel cualitativo, se observaron mejoras en variables como la participación, el afecto positivo y el discurso emocional. La intervención también se asoció con un aumento de la autonomía funcional y una mejor comprensión de la sintomatología. Debido al reducido tamaño muestral, los resultados no son generalizables. Se recomienda continuar investigando con muestras más amplias para confirmar estos hallazgos y optimizar la intervención en contextos institucionalizados.
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