El síndrome de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es “un trastorno del neurodesarrollo, que se caracteriza por la falta de atención y la hiperactividad”. La etiología es multifactorial, centrada principalmente en los factores genéticos. Sin embargo, gracias a las investigaciones recientes, se sabe que la microbiota intestinal y sus desequilibrios tienen mucho que ver en este trastorno. De hecho, cada vez es más evidente la influencia de la microbiota intestinal en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso, de tal manera que la disbiosis de la microbiota intestinal puede provocar (a través del eje intestino - cerebro) una neuroinflamación, provocando alteraciones en el desarrollo. En este estudio, se hace una revisión de lo publicado en los últimos 10 años referente a la relación entre microbiota y TDAH, así como los efectos que la suplementación con probióticos y otras estrategias dietéticas, pueden tener tanto en el control del desarrollo del trastorno como de sus síntomas. Los resultados encontrados muestran las alteraciones existentes en la microbiota intestinal en los pacientes con TDAH en relación a los controles sanos, así como la proposición de potenciales microorganismos como biomarcadores de la enfermedad. En cuanto a la relación, tanto positiva como negativa, de los nutrientes en la dieta y el TDAH, destacan por orden de evidencia entre los estudiados, los ácidos grasos omega 3, la vitamina D y en último lugar los aditivos. La dieta mediterránea es considerada óptima para el control de los síntomas de estos pacientes. Por último, aunque los estudios sobre probióticos como tratamiento alternativo para el TDAH son prometedores, sólo hay un estudio con el probiótico más estudiado en este tema (Lactobacillus rhamnosus GG) que demuestra disminución de desarrollo de TDAH en hijos de madres que tomaron dicho probiótico durante la gestación y la lactancia.
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